María: Una microbatalla por la dignidad enseña la complejidad de la opresión capitalista patriarcal

Muchos años de experiencia en el trabajo de acompañar, asesorar y empoderar a trabajor@s de las maquilas y de otras industrias en Tijuana han enseñado a Ollin Calli que los colectivos que luchan por justicia en los centros de trabajo deben seguir una “visión holística” de los derechos de l@s trabajador@s, o lo que Ollin Calli llama “derechos humano-laborales” (que otros insisten en llamar únicamente “derechos laborales,” o, en el mejor de los casos, “derechos laborales de género” (o de las mujeres).

María nos platica su resistencia por años contra la empresa, el gobierno y el patriarcado. María (así la llamamos por razones de seguridad) sufrió un golpe en la cabeza durante su jornada laboral que fue tan duro que perdió la vista en su ojo izquierdo, con profundas y dolorosas consecuencias para su vida cotidiana. La empresa (una famosa y multinacional empresa lechera) se encogió de hombros y decidió despedirla (sin indemnización) pues sin un ojo, María ya no era “útil” a la empresa. Hazle como quieras, le dijeron, pero estás despedida:
Recibí un golpe en la cara y a raíz de eso se me desprendió la retina del ojo izquierdo… Me quisieron despedir sin darme ninguna indemnización. Ellos me dijeron que fuera a la Junta y que les dijera todo lo que yo quisiera pero que ellos no podían tenerme en la empresa porque no era una persona apta para seguir trabajando, eso a pesar de que el accidente sucedió trabajando con ellos.


Por recomendaciones, María llegó a Ollin Calli donde ha recibido comprensión, educación y ayuda legal por años. María ha luchado contra esta injusticia y el resultado no ha sido la justicia; está lejos se está de eso. Sin embargo, María ha logrado que la empresa le pague una indemnización significativa.
Estoy en Ollin Calli porque en el 2015 me despidieron injustificadamente de mi empleo y por medio de mis hijas conocí al Colectivo Ollin Calli y ahora me están apoyando con la parte legal de mi lucha; me apoyaron para la demanda por despido injustificado para la empresa para la que yo trabajaba. Ls demanda que se resolvió favorablemente… Logré que me dieran una indemnización; no lo justo pero sí se logró.


La ley laboral mexicana indica que la patronal es responsable de los accidentes de trabajo y debe dar cuenta de ello. Pero en cambio María fue despedida consumándose una de las más violentas y viles injusticias laborales: después de que los empresarios han abusado de la salud  e integridad física de l@s trabajador@s, est@s son simplemente “desechados” como equipo viejo y desgastado. Si María no hubiera luchado y recibido la asesoría de Ollin Calli su futuro hubiera sido quizás sería ingresar al cada vez más numeroso contingente de l@s desechables y “superfluos” producidos por el capitalismo neoliberal.

La segunda batalla de María fue contra el sistema de salud pública en México: que el “Seguro Social” (IMSS) reconozca su accidente laboral y su derecho a una pensión.
Ahorita seguimos con otra demanda contra el Seguro [IMSS] porque a raíz de un accidente que tuve en el trabajo perdí la vista del ojo izquierdo y el Seguro obviamente no quiso apoyar mi “pensión parcial” –así se llama lo que demando—y ahorita estamos en el proceso; ya tenemos en este juicio casi cinco años y Ollin Calli me está apoyando con lo legal y acompañamiento; me dan instrucción de cómo debo defender mis derechos.

La burocracia del IMSS ha traído retrasos y complicaciones económicas de todo tipo. Con la llamada “Cuarta Transformación,” nos dice Neri, una de las coordinadoras de Ollin Calli, y con el tema de la austeridad en México, el tribunal laboral envió un documento a la Junta de Conciliación y Arbitraje notificando que no había “peritos médicos” que se trasladaran a Tijuana y por tanto que si María tenía interés, tenía que trasladarse a la Ciudad de México. Ella se trasladó. El trato de la burocracia médica ha sido nefasto.
Moverme a otra ciudad me afecta en mi economía, tiempo y salud… Y cuando me recomendaron que fuera a iniciar los trámites de pensión parcial el médico del IMSS yo llegué a la clínica que me correspondía y me atendió la doctora… no recuerdo su nombre pero se apellida Benítez, y ella junto con otros médicos colegiados y no sé qué tanta cosa me dijeron allí que yo no era apta para una pensión y me dijo ella que para qué quería pensionarme, que yo era aún muy joven para seguir trabajando. Le dije: no es que yo quiera; es por mi situación de salud que se recomendó eso. Y me dijo: no, no no; tú vete a trabajar, estás bien; es más, si fueras una profesionista como arquitecta, médico, qué se yo, pues entonces pudieras decir que te es muy necesario la vista. Le dije: yo tengo derecho a la salud como cualquier persona aunque no sea una profesionista. Me dijo: no, no quise decir eso. Le dije: No, pero es que lo está diciendo; y el no tener una carrera universitaria yo creo que no implica que no merezca un derecho que me corresponde. Pues sí hubo un poco de roce con ella por esa situación y de hecho ella fue la que mandó cartas a la Junta Especial de Arbitraje diciendo que yo podía trabajar aún, que no era necesario pensionarme.

Perder un ojo tiene muchas ramificaciones además de la catastrófica pérdida parcial de visón y la amenaza de una pérdida total. Una cosa es perder la visión y otra padecer la amputación del globo ocular.
[La pérdida del ojo] ha significado algo duro, no se nota pero si afecta, primero emocionalmente porque ya no veo y hay el riesgo de que el órgano se vaya a perder. Estoy en riesgo de perder una parte de mi cuerpo que me parece muy importante; es muy traumático. Ya fui a pedir la tarjeta de discapacidad y al recibirlo me sentí… Por un lado es un derecho, por el otro me siento mal…

En medio de esta lucha contra la empresa y contra el gobierno y su burocracia médica, María tuvo que enfrentar además el sistema patriarcal. María se divorció y tuvo que luchar contra un esposo abusivo que quería estafarle. Ollin Calli también le asesoró, representó y acompañó; le proporcionó asesoría legal gratuita.

En sus tres luchas, María contó con Ollin Calli. Quizás lo más importante de todo esto es que María, como ella misma dice, aprendió a reconocer en Ollin Calli que como mujer tenía derechos y también el derecho a luchar por ellos.
Me resolvieron mi divorcio… [Y] me están enseñando a defender –y a exigir-- lo que me corresponde.

Pero no es sólo que aprenden a defenderse, es que se constituyen en “sujetos de derecho,” nos dice Mago, coordinadora de Ollin Calli. “Las personas que llegan al colectivo, cuando llegan con nosotros hay todo un proceso anterior de violencia, de descalificación y de minimización. Cuando en las colonias, en los hogares, en las instituciones, en todas partes, es frío, es rígido, les dicen: << ¿Tienes los requisitos? Aplica. Si no los tienes ven cuando los tengas. >> No les dicen a dónde ir, qué hacer, cómo hacerle. Y a las personas no las están viendo como personas sino como el ´Trámite # 1000´ que pide la pensión. Y si califica se la damos y si no pues no. Ahí no importa si son madres solteras, si viven violencia; nada de eso. Por tanto cuando nos toca atenderlos tenemos que hacer nosotros un proceso de concientización y revaloración de las personas. Enseñar los derechos no es nada más decir que existe tal o cual ley o este artículo te protege sino un proceso de internalización y de reconocimiento de la propia persona. Es así que después logran... [como María] decir <<sí soy sujeto de derecho y sí lo voy a pedir>>. Pero no es sólo porque lo saben sino por ese proceso de internalización que en algunos casos nos lleva años. Y ceo que la sociedad, la clase trabajadora estamos tan necesitados de otra persona que nos escuche, que nos valore y que crea en nosotros. Y eso es parte del trabajo que hace Ollin Calli además de los procesos legales.”

La perspectiva holística de Ollin Calli sobre los derechos humano laborales semeja la lucha de los pueblos originarios. Para estos la lucha no es sólo por tierra sino por el “territorio,” que incluye agua, aire, tierra, cultura, educación, paz, respeto a la Madre Tierra y en fin bienestar en la totalidad del tejido social. En el ambiente urbano de Tijuana, aquejado por la violencia, militarización y contaminación industrial, Ollin Calli lucha no sólo por el salario y las condiciones de trabajo en las fábricas, luchas que son tan importantes, sino también por una vida digna que incluya vivienda, salud humana y salud ambiental, educación, cultura, equidad y en especial equidad de género y en suma, lucha por construir un tejido social basado en una vida digna.

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